Nunca será tarde para buscar un mundo mejor y más nuevo, si en el empeño ponemos coraje y esperanza. Es tu propia experiencia del mundo la que puede hacer de tu existencia un infierno o un paraíso. En gran medida lo que creamos en el mundo inmaterial también va a crear el mundo material.
La gente optimista con frecuencia es más persistente y tozuda, no se rinden con tanta facilidad como a menudo lo hacen los pesimistas, y por este motivo los primeros poseen más probabilidades de alcanzar sus metas. La lección entonces es cultivar una mente con las semillas del optimismo.
El aprendizaje de habilidades sociales durante nuestro desarrollo personal es fundamental para no dejarnos vencer: como la Inteligencia Emocional, Solución de Problemas, auto-observación, etc. que en concepto no conlleva ninguna dificultad pero en la praxis hay que ser perseverante.