En mi vida al alcanzar las metas que he conseguido, he descubierto que el éxito está más ligado a la mentalidad que a la estrategia. La convicción, la motivación, el deseo y la actitud han sido claves y determinantes.

Nuestro éxito está íntimamente ligado a nuestra capacidad para desarrollar relaciones positivas con las demás personas. Cada uno de nosotros moldeamos nuestras vidas, y la forma que le damos depende en gran parte de nuestra actitud. Este aspecto de la vida es controlable, y si aprendemos cómo controlar y dirigirla, adquiriremos poder sobre lo que nos va a pasar

Una actitud es una inclinación permanente a reaccionar de cierta manera, cada vez que respondemos a una situación determinada. Las actitudes son, pues, hábitos de pensamiento y respuestas emocionales a un estímulo determinado.

La Universidad de Harvard y la Fundación Carnegie, habiendo realizado investigaciones totalmente independientes, encontraron que sólo un 15% de las razones por las cuales una persona triunfa profesionalmente, escala posiciones dentro de su empresa y sale adelante en su campo, tiene que ver con sus habilidades profesionales y conocimientos técnicos.

El 85% restante tiene que ver con su actitud personal, su nivel de motivación y su capacidad para desarrollar relaciones positivas con las demás personas

De acuerdo a una encuesta realizada entre todos los miembros de la Academia de Gerentes Administrativos Certificados de los Estados Unidos, en la cual se les pidió que identificaran las habilidades que a su modo de ver eran las más importantes en su trabajo, las siguientes cualidades fueron identificadas como las responsabilidades más importantes del dirigente empresarial de hoy:

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